Historias de éxito: Cómo Wilma ayudó a estos emprendedores costeros
- Christian Lara
- 20 dic 2024
- 2 Min. de lectura
Actualizado: 12 feb
Conoce relatos inspiradores de personas que encontraron en Wilma un apoyo esencial durante momentos críticos. Estas historias muestran el verdadero poder de una comunidad solidaria.

1. Enrique y su escuela de surf en Cancún 🌊🏄♂️
Enrique ha sido instructor de surf en Cancún durante más de 10 años. Su escuela, ubicada en la playa, dependía de turistas y locales para mantenerse a flote. Cuando un huracán categoría 4 impactó la costa, su equipo de surf, palapas y señalización quedaron destruidos. Gracias a Wilma, recibió una compensación rápida que le permitió reponer su equipo y reabrir en pocas semanas, asegurando que su negocio no desapareciera y que sus clientes regresaran a las olas.
2. Sofía, anfitriona de Airbnb en Tulum 🏡✨
Sofía invirtió en una propiedad en Tulum para rentarla a turistas a través de Airbnb. La temporada alta estaba por comenzar cuando un huracán golpeó la zona, dejando su casa sin techo y con severos daños en la infraestructura. Sin turistas y con cuentas por pagar, utilizó la compensación de Wilma para cubrir reparaciones y gastos fijos hasta que su negocio volvió a la normalidad. Sin este apoyo, su inversión habría estado en riesgo.
3. Ricardo y su restaurante en Playa del Carmen 🍽️🏝️
Ricardo tiene un pequeño restaurante frente al mar en Playa del Carmen. Cuando el huracán azotó la costa, su local sufrió graves daños: la cocina quedó inservible y el mobiliario fue arrastrado por la tormenta. Con la ayuda de Wilma, pudo reconstruir su negocio, comprar nuevos equipos y mantener a su personal mientras terminaban las reparaciones. En menos de dos meses, reabrió sus puertas con un espacio renovado y listo para recibir clientes.
4. Mariana y su tienda de artesanías en Puerto Vallarta 🎨🛍️
Mariana ha dedicado su vida a vender artesanías en Riviera Nayarit. Un huracán inesperado no solo afectó su tienda, sino también su hogar. Con la compensación de Wilma, pudo reparar su local, recuperar mercancía dañada y seguir ofreciendo sus productos a turistas y locales. Para ella, Wilma no solo fue una ayuda financiera, sino un salvavidas para mantener viva su tradición familiar.
Cada una de estas historias demuestra cómo Wilma no solo protege negocios, sino que también mantiene viva la economía local y la esperanza de quienes dependen de ella. ¡Toma el control de tu tranquilidad y únete a la comunidad Wilma hoy!